Dirigido a los agentes ministeriales y de pastoral, a lideres eclesiales, comunidades cristianas y sociedad escuintleca, el mensaje de adviento llama la atención sobre la dura realidad que azota a la región en el departamento costeño del centro-sur de Guatemala. Recordando la visita que el Nuncio Apostólico realizará a la diócesis en el que dará la bendición al relanzamiento de los cenáculos misioneros parroquiales, el obispo invita a la comunidad eclesial a «remar mar adentro» en la misión.
El mensaje es tambien indica que la violencia y la criminalidad en el departamento es alarmante: «La acción cristiana de oración y defensa de la Vida en el segundo departamento más violento del país, al Adviento se convierte en reflexión y respeto a la vida humana: el índice de muertes, asaltos, robos, atentados contra las personas es alarmante.» a la vez añade que: Son demasiados los casos de impunidad de crímenes y de su no denuncia por miedo a represalias, muchos también los casos corrupción de jueces que trastornan los debidos procesos, siempre en detrimento de los más pobres.
El mensaje hace del conocimiento público la manipulación del nombre de Dios y los modos vergonzosos que mal-preparan la etapa eleccionaria que se avecina en el país y que es «una verdadera vergüenza para los mismos partidos políticos que utilizan o más bien “abusan del nombre de Dios” para ungir a líderes religiosos ineptos y corruptos.»
El comunicado del mensaje diocesano mencionado señala que «la violencia externa y la influencia del narcotráfico es tan grande en los municipios de Escuintla y sus Alcaldes,» y el deterioro en la vida familiar afecta sobre todo a las mujeres y los jóvenes.
Desde la perspectiva de los mensajes del Papa, el Obispo señala la deshumanización en la producción de la riqueza “ ideal absoluto de la ganancia (que) hace de todo un medio para la riqueza, sin importar la persona” (Mensaje para la Jornada de los Pobres Noviembre 2022). Al mérito de creación de empleo y producción de riqueza, empresas no fáciles, ha de corresponder la dignificación a nivel salarial, ambiental y de “ciudadanía de la empresa” en el contexto social.
El obispo invita en el adviento a reconocer los pecados sociales que impiden la justicia social tan remarcada en el evangelio: «El Adviento es tiempo de practicar la Santa Confesión: de las omisiones respecto de los pobres, de los desnutridos que en una tierra tan rica han aumentado tanto, de los migrantes cada vez más comunes por acá: de Cristo presente en los carentes de todo, que su segunda venida nos recordará: “Tuve hambre, tuve sed, estuve enfermo, fui forastero…y no hiciste nada conmigo” (cf. Mt 25, 40ss»
Finalmente el Obispo hace un llamado a dinamizar la vida cristiana en este tiempo litúrgico del adviento.
Lea aqui completo el mensaje de Monseñor Víctor Hugo Palma, dirigido a la Iglesia y a la sociedad de Escuintla.